diumenge, 27 de març del 2011


ALACANT, CIUTAT D'HISTORIA



EL TERRITORIO DE ALICANTE (ALGUNAS CONSTANTES HISTÓRICAS)

A la hora de caracterizar lo que somos los alicantinos, es importante hacer notar que desde tiempos prehistóricos nos ubicamos en una zona de contacto entre el área cultural levantino-mediterránea y el área cultural sud-mediterránea ( entre el Bronce Valenciano y la Cultura del Argar, por poner un ejemplo). Tal vez sonará más comprensible si caemos en la cuenta de que la Dama de Elche (cercana a nosotros) tiene una cara modelada con rasgos de tradición helénica (levantino-mediterránea) mientras que sus joyas revelan una clara inspiración fenicia (sud-mediterránea).
En tiempos medievales, con los que enlazamos de modo más directo, esta dualidad se expresa a través del prolongado contencioso entre las Coronas de Castilla y Aragón a la hora de reconquistar estas tierras del dominio islámico, poblarlas con sus respectivos efectivos poblacionales e integrarlas en su ámbito político.
¿Somos valencianos? (y por tanto catalano-aragoneses) ¿Somos murcianos? (y por tanto castellanos). En verdad, bastantes de nuestros conciudadanos estarían de acuerdo en que prácticamente no somos ni una cosa ni otra. Alicante Ciudad (y en general todo el sur de la provincia homónima) constituyen en cierto modo un territorio fronterizo que históricamente conformaba el Norte del Reino Taifa de Murcia y que, tras sucesivos forcejeos históricos que sería demasiado largo explicar con detalle ahora, acabó siendo integrada en el Reino de Valencia, bajo la forma relativamente diferenciadora de la llamada Governació d’Oriola.
Este territorio podríamos compararlo con una “Marca”, es decir, una avanzadilla de la etnia y lengua valencianas en territorio murciano. Como todas las Marcas, se ha terminado por con-figurar como un territorio altamente dinámico, por la mezcla cultural y el intercambio, asu-miendo características más cosmopolitas que el resto de la Comunitat Valenciana.
Punt de Debat Alacantí quiere preservar y desarrollar esos rasgos originales de nuestra historia y cultura, pero afirmando al mismo tiempo nuestra vinculación histórica y voluntariamente asumida, también hoy dia, a la Comunitat Valenciana.
Reseñamos como noticias importantes: la puesta en marcha del nuevo ascensor al Castillo de Santa Bárbara y la inauguración del Museo de la Ciudad (MUSA) en la segunda planta del mismo.

RELIGIÓN Y CONVIVENCIA INTERÉTNICA EN ALICANTE
Nos encontramos junto a los restos de la antigua Porta Ferrissa, uno de los torreones de la primera muralla de Alicante. Esta muralla albergaba la ciudad musulmana (Al-Lakant) aun-que en su exterior existían zonas pobladas y, notablemente, la Mezquita Menor (sobre la que se construyó la actual Concatedral de San Nicolás).
Al fondo tenemos la Iglesia de Santa María, construida sobre el solar de la Mezquita Mayor de Alicante.
Estos hechos pueden servirnos como pretexto para una reflexión sobre la forma en que convivieron las religiones y las etnias en el Alicante Medieval y del Antiguo Régimen, y por extensión en el Alicante actual.
La convivencia de las tres religiones en Alicante fue un hecho forzado, que no voluntaria-mente querido. Los miembros de cada religión miraban a los de los otros grupos con recelo, cuando no hostilidad, aunque la Corona garantizaba la existencia de las minorías religiosas.
Las minorías musulmana y judía llevaban señales identificativas y estaban prohibidos los matrimonios con los cristianos. Sin embargo, la Corona incentivaba el establecimiento de dichas minorías en Alicante por cuanto la pérdida de efectivos (a causa de las guerras y la emigración de los moros a Granada) ponía en peligro la actividad agrícola (mudéjares) y la comercial (judíos).
La minoría musulmana se ubicaba especialmente en las zonas rurales y tenía sus propias autoridades que juzgaban en base al Corán y la Sunna. No está documentado que los judíos (minoría especialmente reducida) estuvieran establecidos en el Raval Roig (en contraposi-ción a la creencia general). Es interesante que la actual mezquita se ubique en esta zona, tan vinculada a la Ciudad Medieval.
En el Alicante actual hay una Asociación que desarrolla una gran labor en pro del acercamiento y el diálogo entre las diversas tradiciones religiones: MIA (Mesa Interreligiosa de Alicante).
A destacar el buen clima de convivencia interétnico e interreligioso en el Alicante. Cerca de nosotros, el Colegio San Roque cuenta con la mayor cantidad de minorías religiosas y étnicas (más de 30) no registrándose incidente alguno entre ellas.
Lamentablemente, el Alicante Medieval y Moderno estuvo inserto en actividades corsarias (en esto era el segundo puerto, después de Valencia). El tráfico de esclavos fue una realidad habitual durante siglos en estas tierras.
Finalmente, hacer mención de que en el Edificio de La Asegurada (y la reciente ampliación que del mismo se ha hecho) que fue sede del Primer Instituto de Enseñanza Media de Alicante (entre otras funcionalidades…) se ha inaugurado hace pocos días el MACA (Museo de Arte Contemporáneo de Alicante) cuya base es la donación que Eusebio Sempere hizo a la Ciudad, de su colección artística particular.

APUNTES SOBRE LA CONCATEDRAL DE SAN NICOLÁS
San Nicolás es un templo concebido en línea con las propuestas de Reforma Católica emanadas del Concilio de Trento, aunque con un cierto desfase temporal (cosa que es habitual cuando ponemos en relación el arte de la Península Ibérica con el de otras zonas de Europa) ya que sus elementos principales datan de la primera mitad del siglo XVII. Podemos observar que, tanto en su interior como en el exterior, se trata de un espacio concebido con la máxima austeridad –aunque no exento de teatralidad, por cuanto se podría definir más como “escenario” que como un mero lugar de reunión o culto- .
Se trataba de crear un lugar donde pudiera caber una amplia congregación (nos encontra-mos en el mismísimo centro de la Ciudad en los siglos XVII-XVIII) y donde la belleza y majestuosidad de la Liturgia pudieran ser “experimentadas” (aunque no fuera fácil poder escuchar la lectura de las Sagradas Escrituras o incluso la misma predicación….). La majestuosa cúpula, de 45 metros de altura y el potente órgano se encargarían de subrayar la santidad del espacio circundante (recordemos que este templo fue construido sobre la pre-existente Mezquita Menor de Alicante).
Un elemento importante es la existencia de un Coro, dada su categoría de Colegiata entre 1600 y 1959, fecha en que es promovida al rango de Concatedral por el Papa Juan XXIII, lo cual suponía la existencia de un Cabildo, es decir de un clero altamente cualificado y organizado que se encargaba de diversas funciones, entre ellas la recitación diaria del Oficio Divino. Esto encajaba bien con las orientaciones moralizadoras de Trento en cuanto a las funciones y responsabilidades del clero. Cada uno de estos clérigos recibía el titulo de canónigo y a su cabeza se hallaba un Prior o Abad. La existencia de este Cabildo explica también que forman-do parte del conjunto hallemos un Claustro, concebido como lugar de recreo y meditación para los canónigos.
En el caso de S.Nicolás hay que citar al Abad Penalva, quien desarrolló una extraordinaria actividad en pro de los necesitados y de la ciudad de Alicante. De ahí que se le diera su nombre a la plaza donde se encuentra la actual entrada principal.

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